sentí el aire frío de la desesperación
recorrer mis mejillas, mejillas
en otro momento cálidas por esos besos bañadas.
Aún te tenía en mi recuerdo de una forma sugerente...
Me desperté, y no te vi, te fuiste
susurrando aquello que más sentía,
el pesar, de no verte, de no sentirte,
de no poderte amar.
Mi alma profunda te busca,
ansía verte, acariciarte...
Me desperté y no te vi,
dentro de mi, siempre,
siempre estará esa oquedad
que dejó huella dentro de mi corazón.
un corazón partido en dos pedazos,
roto quizá de tanto usarlo,
desesperado de no verte,
sentirte, amarte.
Vuela, libérate de todo lo que te pesa,
suelta el lastre que te impide despegar,
aqui estaré, mis brazos te darán cobijo,
mi alma te acogerá de una forma leve pero firme,
te consentirá como nadie.
Me desperté....
Despertó.
Los ojos entrecerrados, el pensamiento libraba
batallas internas para distinguir lo que había de verdad, y lo que
aun quedaba de componente onírico. Intentaba desperezarse
mentalmente en su yo interior, en su yo "libre", en donde
aún no habían podido entrar para "arrarsarlo"; era su
resquicio de libertad. Imaginaba un mundo lastrado para poder
despegar, para poder sobrevolar su propio desespero pero la fuerza de
su querer podía más, e intentaba lanzar al aire aquello que le
molestaba, aquello que no le servía. Pensaba en como poder liberarse
del lastre que tanto le pesaba, de todas la "maletas" de
las que iba tirando y el frescor de la mañana, las gotas de lluvia
que repiquetaban en los cristales le fueron despertando a una nueva
ilusión, un deseo de separarse de todo lo que le molestaba, de todo
lo que "tiraba" de él hacia atrás.
- ¿Cómo estás, Luis? -
Sobresaltado por la voz, Luis miró, aún con los
ojos medios cerrados, a su alrededor pero nadie pudo hacerle esa
pregunta, la soledad era "fiel" compañera y escrutó su
interior y así era, esa pregunta salía de su yo interno, de su más
íntimo pensamiento. Se estremeció, no llegó a miedo, pero si
sintió inquietud al "oirse" preguntarse a si mismo.
Quiso responderse y con hilo de voz, debido al
sueño, todavía presente en su cuerpo (¿o no?)
- No lo se. No puedo pensar en cómo me encuentro,
en cómo estoy. - Se respondió.
Y dentro de su mente comenzó a resonar una
carcajada fuerte, si, el mismo se reía de él. No lo podía creer
que se riera de si mismo pero, ¿era reírse de él o con él?
Quiso despertar totalmente, quiso poder liberar la
mente del sufrimiento, quiso llegar a su manera a ese final y lo que
llegó fue la commprensión, el alma y el corazón de Luis dieron una
"vuelta de tuerca" hacia ese chispazo de luz, "ELLA",
la esperanza volvía, le "correspondía" aparecer, pues en
los momentos de más oscuridad que sufría su interior, siempre
recurrió a "ella" pero hoy se resistía a ofrecer su
manto, su cobijo y la risa irónica, esa que tanto le gustaba a Luis,
esa que había tenido que aprender, esa nuevamente aparecio en su
mente preguntándole:
- ¿Por qué piensas en ella? -
- Es la fuerza que me sostiene, que me inspira, que
me ayuda. - "Se respondió" Luis.
Y así se despertó, así intentaba borrar de su
mente todos esos pensamientos que enturbiaban su día a día. A su
manera quiso volver al final.
Despertó...
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