jueves, 16 de enero de 2014

SU GENEROSIDAD





Su generosidad pudo con él, su mente amagaba con la "traición", intentaba romper esa relación de Luis con su corazón que, por otra parte, siempre había sido fluida.

¡Cómo había luchado, contra viento y marea, por mantener aislado a su corazón de su entorno más cercano! De aquel entorno que no hacía otra cosa que poner trabas, de una forma inconsciente, a que su corazón se abriera de par de par. Y había conseguido mantenerse a flote, aunque esa "delgada línea roja" quedara muchas veces por debajo de lo sanamente recomendable.

Y ahora, ¿qué es lo que amenazaba su corazón?, ¿por qué ahora aparecía esa temible diferencia?

¡Cuántos recuerdos! En el sentimiento afloraban aquellas dulces ensoñaciones de un "pequeño" corazón, pero rebosante de alegría, pero esas satisfacciones iban siendo minadas por cada uno de los acontecimiento tristes que se hundían dentro de él.

Cada espina de esa flor rascaba y manchaba con el resquemor, el dulce corazón de Luis, y una pregunta recurrente golpeaba sin cesar dentro:

-¿Por qué?-
     
La respuesta a esa "imposible" pregunta, a ese interrogante que abrumaba su vida, la tenía delante de él mismo cuando por las mañanas despertaba, se desperezaba e intentaba recuperar, delante del espejo su propia versión. Él era la respuesta, pues su mente y su sentimiento, su razón y su corazón, eran él.

Pero esos recuerdos amenazaban con romper la armonía que tanto trabajo había costado mantener, que tanto trabajo había costado... Lágrimas a flor de piel, deseos de abandonar, anhelos de acabar de una vez...

Y así, su generosidad, el darse a pesar de todo, el abrirse a pesar de las ventanas cerradas, el ofrecerse a un mundo lleno de gritos desgarrados, de promesas incumplidas, de sueños desvanecidos; esa generosidad pudo finalmente con él.

Sí, a pesar de todos los sinsabores vividos y que aún seguía viviendo por mor de las circunstancias de la vida, la generosidad triunfaba como el sol que, inevitablemente, sale todas las mañanas para dar luz, calor y color, esperanza, cercanía...

Sin darse cuenta, o muy consciente de ello, realmente no lo sabía, había empezado o, ¿quizá lo había hecho desde el principio? a quererse, a valorarse a pesar de todos los nubarrones que enturbiaban, día a día, su larga vida.

Había iluminado, había transmitido paz y cercanía (aunque quienes hubiera querido que lo hicieran, no estaban por "esa" labor).

"Los libros y Puri". Aquí en este: "Su generosidad"


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