jueves, 8 de octubre de 2015

El Marxismo y la II Revolución Industrial

Un saludo a todos. Quiero empezar este nuevo post en esta página de La Nueva Ruta del Empleo, y hoy quiero comentar, brevemente, por supuesto, algo sobre el MARXISMO, de Carlos Marx, y su relación, más o menos “coherente”, con la Segunda Revolución Industrial. Espero no quedarme “corto” con ella…


Y por supuesto, antes de comenzar, daros a todos los que habéis leído mi anterior post Historia del Trabajo: su evolución las gracias por la acogida; realmente no tenía ni idea de cómo iba a salir, pero creo que la cosa ha ido adelante, espero seguir teniendo vuestro apoyo en los siguientes post que iré publicando. Gracias. 
Para comenzar tenemos que decir que no existe una única definición para este “concepto” de "Segunda Revolución Industrial" y podemos decir que, a grandes rasgos:

1. - El que hace referencia al conjunto de innovaciones tecnológicas que sustituyen la habilidad humana por maquinaria y la fuerza animal por energía provocando el paso de la producción artesanal a la fabril.
2. - Atribuirse varios significados al término según el enfoque y el contexto en el cual se expresa. Según David S. Landes (1) existen varias acepciones o modos de uso del que se utiliza para remarcar un cambio tecnológico rápido e importante en algún periodo histórico determinado o como secuencias de innovaciones determinadas.
           
La ciencia y tecnología en este periodo se caracterizó por la mayor complejidad de las máquinas y equipos y por una relación más estrecha entre ambas que requirió una mayor cualificación para su implantación, lo que dificultó su difusión.
Y llegamos por fin a daros una pequeña “información” de este concepto:

El término de Segunda Revolución Industrial designa el conjunto de transformaciones socio económicas interrelacionadas que se produjeron aproximadamente entre 1870 y el comienzo de la Primera Gran Guerra, en 1914.


Entre los cambios sucedidos en los diferentes países que vivieron la industrialización durante este periodo, destacan los siguientes:

1. - Innovaciones tecnológicas.
2. - Cambios organizativos en las empresas y mercados.
3. - Se reforzó el papel del Estado en la economía.

Un aspecto muy importante de este período es el surgimiento del capitalismo monopolista dentro de la segunda mitad del siglo XIX, y se produjo en el marco de un nuevo ciclo de expansión general y fue acompañado de un nuevo crecimiento de las fuerzas productivas de varios países. De este modo, el capital se centralizó y la producción se concentró al formarse el monopolio con el acuerdo y unión de capitalistas. Así, los monopolios lograron determinar las condiciones de venta de gran parte de los productos, fijando los precios y obteniendo por ende mayores ganancias. Sin embargo, los monopolios, si bien tendieron a lograr un mayor o mejor control de los mercados, no eliminaron por completo la lucha por la competencia, la cual ocurrió tanto entre las mismas corporaciones monopolistas como entre las empresas que se mantuvieron al margen de los carteles (2) y de los trusts (3). Por el contrario, la hicieron más violenta tanto a nivel de los mercados internos como de los internacionales.

Y nos metemos ya en el concepto de Marxismo y de cómo influye en esta gran revolución industrial y tenemos que hablar de Ferdinand Lassalle (4), pionero junto con otros autores, del socialismo en el S. XIX, tales como Fourier, Owen y de Louis Blanc; personas que influyeron notablemente, en la labor de Carlos Marx y en su “Manifiesto Comunista” del año 1848.
Pero fue en 1867 cuando “sale a la luz” la obra máxima del socialismo científico como es “El Capital” de Carlos Marx y es una obra que posee un gran carácter técnico filosófico-económico.
Marx basaba sus tesis económicas-sociales en la contradicción interna del capitalismo, pues, siempre en palabras del propio Marx, la explotación del trabajo asalariado acarrea al poseedor de los medios de producción una “plus valía” que lleva a la acumulación del “capital” y hace posible el aumento del progreso técnico-industrial. Esto, según Marx produce una crisis en la producción por la disminución del poder adquisitivo.
Para Marx que parte siempre del rigorismo hegeliano, la Historia siempre estará envuelta en una continua lucha entre las clases poseedoras y las explotadas… Creo que no merece la pena seguir adelante. Y termino esta pequeña “clase” de marxismo hablando de ahí que la única lucha que nos comenta el marxismo y, sobre todo el propio Marx, consiste en invertir los términos y dar conciencia al proletariado de que debe “eliminar” a la clase poseedora e “invertir” en una “dictadura del proletariado”, hasta llegar a la eliminación de la propiedad privada. Para llegar a este objetivo de eliminar la propiedad privada resulta imprescindible la unión de todos los proletarios, sin separación de fronteras, razas ni lenguas…

Y nos queda hablar de muchas cosas aún. En sucesivos post iremos hablando de estas cosas, de las variantes del socialismo y de las Internacionales, ahí será.


(1) David Saul Landes (Nueva York, Estados Unidos, 29 de abril de 1924 - Haverford, Pensilvania, Estados Unidos, 17 de agosto de 2013, fue un historiador económico estadounidense.
 (2) Cártel o Cartel. En economía se denomina cartel o cártel a un acuerdo informal entre empresas del mismo sector, cuyo fin es reducir o eliminar la competencia en un determinado mercado.
(3) Trust. El término "trust" define la situación en que varias empresas que producen los mismos productos se unen formando una sola empresa.
(4) Ferdinand Lassalle (Breslau, Confederación Germánica, 11 de abril de 1825 - Carouge, Suiza. 31 de agosto de 1864, fue un abogado y político socialista alemán de origen judío.

BIBLIOGRAFÍA:

1.- Bilbao, Luis M.; Lanza, Ramón. Universidad Autónoma de Madrid, ed. Historia económica (Los inicios de la segunda revolución industrial, 1870-1914).
2.- Landes, David, Progreso tecnológico y revolución industrial, Madrid, Tecnos, 1979.
3.- Comín, Francisco. «La segunda industrialización en el marco de la primera globalización (1870-1913)». Historia económica mundial siglox X-XX. Crítica.