Saludos a todos, amigos. Después de estos dos
meses de colaborar en esta página, y, sobre todo, de la “calidad” que me habéis demostrado con mis post, realmente me siento
más “tranquilo”, (usaremos esta
palabra jejeje), para seguir “correspondiendo”
con todos, con estos post de Historia,
de su relación con el trabajo,
aunque sea desde el punto de vista de la teoría, un placer la verdad, y así,
ahí os he compartido dos estupendos post:
Historia deTrabajo: su evolución . Con el inicio del #Trabajo y todo lo que ello
conlleva.
El Marxismo y la II Internacional. Con todo lo que llevo consigo, ha sido el culmen.
Imagen de la Editorial Vicens-Vives |
Y ahora quiero llevaros, junto con lo ya
contado en esos dos post anteriores, a las diferentes “luchas de clases obreras”, que se dan durante todo el S. XIX, y, sobre todo, una vez
establecida ya la relación del Trabajo,
su evolución, la creación del Marxismo
y el inicio de las diferentes Internacionales.
Iniciamos el “camino” a través del grave problema
social que se inicia durante este siglo. Es decir, durante el Antiguo
Régimen habían existido tres “clases sociales” (utilizo estas palabras para
entendernos todos), como eran:
- Aristocracia
- Clero
- El tercer estado
A partir de la Revolución Industrial, a partir
de primeros de siglo, surgen otras tres clases diferentes como son:
- Aristocracia
- Burguesía
- Proletariado
Y ya conocemos por lo explicado anteriormente
en los diferentes post que he compartido con todos, las condiciones
demográficas y, sobre todo, económicas, que se tradujeron en un cambio
considerable en la estructura de la Sociedad.
Y en este punto, durante estos años, mejor
dicho, surgen los diferentes movimientos obreros, muy precarios en esta época,
pero que empiezan a crear la famosa “lucha
de clases obreras” tan presentes en el S.
XIX en todo el mundo, fundamentalmente en Inglaterra, al ser este país el
inicio, por ser el Reino Unido
podemos decir que es la cuna de todos los movimientos
obreros.
Y, como no, surgen los primero sindicatos, los famosos “trade unions” que empiezan a tomar las
bases del movimiento obrero. Aquí podemos mencionar al irlandés Doherty, Robert Owen, incluso Carl
Marx, etc.
Podemos hacer un pequeño “balance” de esta
época, sintetizarla de algún modo de esta forma:
- Sindicatos. (Trade Unions), con numerosas peticiones laborales.
- Cartismo. Con importantes peticiones políticas.
- Asociación Internaciones de Trabajadores. Siempre basados en las peticiones de Marx.
Y en esta gran trama obrera, en esta inicial
lucha de obreros, surge la figura de Mijail
Bakunin como fuente principal del anarquismo,
el cual constituye la segunda gran corriente ideológica en la historia de las
revoluciones obreras.
Este autor, lo primero que propugna es la
supresión del Estado y de toda
fuerza de gobierno, la disolución de las
fuerzas armadas (lógico, al no existir Estado,
las fuerzas armadas son innecesarias), y la desaparición de las “iglesias” (Tendremos que hablar en
algún post de la labor de la iglesia en esta labor, seguro que caerá). Y la
pregunta que sigue a esto es bastante obvia, ¿cómo puede organizarse la
sociedad sin estos fundamentos?
Realmente era complicado pues Bakunin, de espaldas a la Revolución Industrial que
provoca la aparición de grandes ciudades, ahí tenemos el primer error del
propio Bakunin, el postula la
formación de pequeños centros de
población a manera de aldeas, que el mismo llamará Comunas y en ellas no existe el poder organizado ni la propiedad
privada.
En muchos aspectos este hombre tuvo más de
soñador que de pensador, pero no debemos
olvidar que su influencia en el siglo XIX y en los movimientos obreros fue muy
grande.
Debemos señalar, así a grandes rasgos, dos
principios fundamentales que le separan del propio Marx, con quien terminó chocando personalmente hasta el punto que
fueron expulsados de la Internacional Obrera.
En primer lugar, mientras que Marx y los marxistas creían que la Revolución
la harían los obreros industriales,
los seguidores del propio Bakunin, y
el mismo, creían que el papel revolucionario era de los campesinos.
Y en segundo lugar, mientras que los socialistas de Marx se afanaban en
conquistar el propio Estado, los anarquistas de Bakunin solo
pensaban en destruirlo, de ahí que no acepten entrar en el juego político, es
decir, ni crearán un partido y ni mucho menos, intervendrán en elecciones ni
parlamentos.
Realmente esta decisión les limitó bastante
en su labor en la propia Revolución
Industrial y, por supuesto, limitó sus posibilidades de acción.
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